CANDELARIO

La villa de Candelario se escalona en la ladera de la sierra de su mismo nombre, lo que hace inevitable que su entramado callejero sea complicado, con las calles principales en el sentido de la pendiente y las calles y callejas secundarias transversales a las anteriores. Esta falta de horizontalidad confiere a sus rincones un sabor y una estética especial y, en consecuencia, el paseo por el interior de su casco urbano es cansado, pero siempre relajante y placentero.

Esta estética tan especial y el hecho de ser uno de los núcleos mejor conservados de la provincia, le mereció la declaración en 1975 de Conjunto Histórico-Artístico. Sus callejas estrechas y empedradas son recorridas por sus conocidas regaderas (canales de agua cristalina recogida de las nieves de su sierra ) con curvas y recovecos que sorprenden al visitante que se adentra en ellas. 

LA COVATILLA

La Estación de esquí Sierra de Béjar – La Covatilla, se caracteriza por la amplitud de sus pistas en suave pendiente que, junto a los cuidados de la nieve, proporcionan unas magníficas condiciones para la práctica del esquí y disfrutar del deporte blanco en familia.

En sus instalaciones podrás encontrar todo lo que puedas necesitar para una jornada completa de esquí: equipos de alquiler, profesores de esquí, cafetería, restaurante autoservicio, tienda, taller…
Y si lo que buscas es disfrutar de la montaña de otra forma tienes opciones como el Parque de Nieve, donde podrás divertirte deslizando en trineo. Os si lo que buscas es ampliar horizontes y respirar la naturaleza, la ruta con raquetas es tu alternativa.

PLASENCIA

La ciudad de Plasencia, se encuentra situada al norte de la provincia de Cáceres, dentro de la Ruta de Plata y a orillas del río Jerte. «Muy Noble, Leal y Benéfica ciudad de Plasencia fue fundada por el rey castellano Alfonso VIII en 1.186. «UT PLACEAT DEO ET HOMINIBUS», (Para que agrade a Dios y a los hombres) es la divisa que orla el escudo de la ciudad. Concebidadesde sus orígenes como fortaleza, denota en todo su casco antiguo un muy pronunciado carácter militar.

GUIJUELO

Si hay tiempo, merece la pena visitar la comarca de Guijuelo y, sobre todo, degustar los productos tan preciados del cerdo, como es el jamón, y disfrutar de fiestas tradicionales como la matanza.

 

LA ALBERCA

La Alberca, enclavada en el corazón de la Sierra de Francia, es sin duda uno de los pueblos más representativos de España. Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1940, primer pueblo de España en lograr esta mención, destaca por su entramado urbano, conservando como pocos la arquitectura típica de la Sierra de Francia, además de por sus tradiciones centenarias, que se han ido transmitiendo de generación a generación.

Si recorres sosegadamente las calles y plazas de La Alberca, te irás encontrando, viajero, con atractivos rincones y perspectivas, en los que resalta una arquitectura popular levantada a base de piedras y geométricos entramados de madera.

Destacan los dinteles cincelados con fechas de fundación de las casas, con inscripciones, signos y anagramas religiosos, que quieren ser profesión visible de fe.

Cada una de las plantas superiores va sobresaliendo sobre la inferior, hasta llegar casi a tocarse los aleros de los tejados de las casas que se hallan frente a frente, lo que hace que en las calles se produzca un curioso juego de luces y sombras.

Se ha dicho que la estructura urbana de La Alberca es la de una judería, por lo intrincado, laberíntico y secreto de sus calles. Pero tampoco han faltado quienes, al recorrer el pueblo, lo han asociado con los arrabales de Damasco.

Y no debes, visitante, dejar de ver la Plaza, y de detenerte en ella. Con sus fachadas recorridas por dos series de balcones, con la luz de la cal, con sus soportales e hileras de columnas graníticas y con el crucero presidiéndola. Es, sin duda, el eje central de La Alberca. La Alberca es así la unión, a lo largo de los siglos, de las culturas cristiana, islámica y judaica.

MOGARRAZ

Mogarraz es Conjunto Histórico y Artístico, situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia; Reserva de la Biosfera. A causa de su aislamiento natural MOGARRAZ ha conservado su arquitectura civil y militar en perfecto estado. Es una villa medieval construida y repoblada en el siglo XI por franceses, gascones y roselloneses, procedencia manifiesta en sus apellidos de origen galo. Se ha conservado perfectamente hasta nuestros días su arquitectura civil de tramonera y piedra. Destaca su agricultura en terrazas perfectamente integradas en la naturaleza lo que llama la atención del visitante. MOGARRAZ  conserva sus tradiciones folclóricas, culturales y religiosas en los dinteles esculpidos de sus puertas, se habla de su historia en epigramas, de su religión, de sus miedos y esperanzas. Su artesanía es extensamente conocida en toda España y en el extranjero, sobretodo su joyería y trajes tradicionales, sus bordados serranos todo ello traído y llevado por ricas leyendas épicas y de moras encantadas por nuestros arrieros de un punto al otro de la Vía de la Plata…

MIRANDA DEL CASTAÑAR

Miranda del Castañar, declarado Conjunto Histórico, se levanta sobre un promontorio rocoso, en pleno corazón de la Sierra de Francia. Sólidas murallas circunvalan la localidad, en la que sobresalen las solemnes torres del Homenaje de su castillo y la de las Campanas, contigua pero separada de la iglesia parroquial.

La antigua plaza de armas de la fortaleza, trasformada en tiempo de festejos en coso taurino, y la antigua alhóndiga conducen al interior de la villa a través de la puerta de San Ginés. Un paseo por la calle Derecha permite descubrir casas con escudos nobiliarios como la del Escribano, Los Tejeda, las Carnicerías o la propia Cárcel.

Al final de la calle se puede salir de la muralla por la puerta del Postigo, recorriendo la cerca por su muro exterior. Puertas, callejuelas y pasadizos trasladan al paseante al pasado, recordándole otras culturas de estos parajes, como la árabe o la judaica.

Son recomendables los paseos a las fuentes, humilladeros y ermitas, como la de la Virgen de la Cuesta, que protagoniza la fiesta local en el mes de septiembre y la mágica Procesión de los Candiles, declarada de interés turístico regional.

SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR

El nombre del pueblo hace referencia a tiempos de repoblación de gascones que en época medieval llegaron hasta la Sierra de Francia. De aquellos tiempos perduran nombres, topónimos y advocaciones en los pueblos de la comarca.

Rodeado de tupidos arbolados y fértiles huertos, sus tejados apretados cubren el caserío, del que sobresale la espadaña de la iglesia y la figura recortada de la que fue airosa torre del homenaje del castillo.

Es un patrimonio que se disfruta paseando por sus calles. No en vano, San Martín del Castañar fue declarado Conjunto Histórico. El recorrido puede partir desde la fuente del concejo y el portalón, que permite descubrir interesantes ejemplos de la arquitectura tradicional de entramado serrano, antiguas casas blasonadas y la iglesia con precioso artesonado mudéjar.

Un poco más adelante se encuentra la antigua plaza de toros, que ocupa la que fue plaza de armas del castillo, hoy en día Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia.

En el otro extremo del pueblo se halla otro de los rincones más sugerentes de San Martín de Castañar, un idílico lugar de paseo y descanso, donde a través del puente se accede al parque, con lápidas romanas, restos de calzada y viejas ermitas.

SALAMANCA

Salamanca, en el noroeste de España, es la capital de la provincia de Salamanca, parte de la región de Castilla y León. Su historia se remonta a la época celta y es conocida por su arquitectura ornamental de arenisca y la Universidad de Salamanca. Se fundó en el siglo XII y fue un centro intelectual clave en los siglos XV y XVI. La universidad sigue aportando a la vitalidad de la ciudad con su población de estudiantes internacionales. 

VALLE DE LAS BATUECAS

Las Batuecas es un valle mágico, situado al sur de la provincia salmantina, muy cerca de La Alberca. Su orografía intrincada, rodeado de las cumbres de la Sierra de Francia, lo convirtió en refugio de la fauna local y de algunos eremitas. Incluso el propio Lope de Vega se refirió a él como “perpetuo lugar de felicidad”.

En el centro de este valle se encuentra el monasterio carmelita del Desierto de San José; fundado a finales del siglo XVI y restaurado recientemente. Cuenta con hospedería para quienes buscan periodos de recogimiento o serenidad.

Se puede dejar el vehículo en el aparcamiento existente, a unos 500 metros del convento. Tras cruzar las cristalinas aguas del río Batuecas, una pasarela accesible lleva al monasterio y remonta el curso del río hasta alcanzar las fascinantes pinturas rupestres, conservadas en diversos paneles y «canchales».

La presencia altiva del macho montés domina los altos de este territorio, declarado Reserva Regional de Caza. También se pueden contemplar el buitre negro y leonado, el águila real, el halcón peregrino o el búho real.

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